Diseñar una cocina es una de las decisiones más importantes en cualquier hogar. No solo debe ser bonita, también práctica, cómoda y funcional para el día a día. Sin embargo, es fácil caer en errores que pueden afectar a su aprovechamiento y comodidad.
Si estás pensando en renovar tu cocina o diseñar una desde cero, toma nota de estos errores comunes… y descubre cómo evitarlos.
No respetar el triángulo de trabajo
El triángulo de trabajo conecta las tres zonas más importantes de la cocina: la zona de cocción (placa/horno), la de lavado (fregadero/lavavajillas) y la de almacenaje (frigorífico/despensa). Si están demasiado alejadas o mal ubicadas, el uso diario se vuelve incómodo.
Cómo evitarlo: asegúrate de que estas tres zonas estén distribuidas de forma fluida, con distancias equilibradas que faciliten el movimiento.
No aprovechar bien el espacio de almacenaje
A veces se prioriza la estética y se pierde capacidad para guardar utensilios, alimentos o menaje. Esto acaba generando desorden.
Cómo evitarlo: planifica muebles a medida que lleguen hasta el techo, rinconeras aprovechadas, cajones con organizadores y soluciones personalizadas según tus necesidades.
Falta de iluminación
Una cocina mal iluminada puede resultar incómoda e incluso peligrosa. Muchas veces se coloca solo una luz general en el techo, sin considerar otras zonas clave.
Cómo evitarlo: combina luz general con iluminación específica (bajo muebles, sobre encimeras y zonas de trabajo) y, si es posible, aprovecha al máximo la luz natural.
Encimeras insuficientes
Si no dejas suficiente espacio para trabajar, cocinar se convierte en una tarea incómoda. Esto suele ocurrir por falta de planificación o por colocar electrodomésticos mal distribuidos.
Cómo evitarlo: deja zonas libres de al menos 60-80 cm entre el fregadero y la placa. Si puedes, considera una isla o península como superficie de apoyo.
No contar con una correcta ventilación
Una cocina mal ventilada puede acumular olores y humedad, especialmente si no se escoge bien la campana extractora o no hay ventanas cercanas.
Cómo evitarlo: elige una campana potente y silenciosa, adecuada al tamaño de tu cocina, y facilita la ventilación natural si es posible.
Elegir materiales poco prácticos
A veces se eligen encimeras o suelos solo por su estética, sin pensar en la limpieza, la resistencia o el uso real.
Cómo evitarlo: opta por materiales duraderos, fáciles de mantener y resistentes a las manchas, la humedad y el calor. La madera tratada, el granito, el cuarzo o incluso ciertos laminados pueden ser buenas opciones.
No personalizar el diseño a tu forma de cocinar
Cada cocina debe adaptarse a quien la usa. No todos cocinamos igual, ni tenemos las mismas rutinas ni necesidades.
Cómo evitarlo: elige una distribución que encaje contigo: ¿necesitas más espacio para preparar? ¿Guardas muchos pequeños electrodomésticos? ¿Te gusta cocinar en compañía? El diseño debe ajustarse a tu día a día.
Una cocina bien diseñada mejora tu vida diaria. Evitar estos errores te permitirá tener una cocina funcional, cómoda y bonita durante muchos años.