¿Sabías que el pasado año el mundo perdió 15,8 millones de hectáreas de árboles tropicales? Para que te hagas una idea, esa cantidad equivale a una superficie que dobla el tamaño de Andalucía. Este verano, la organización Global Forest Watch publicó los datos de 2017, sacando a la luz estas alarmantes cifras. En Sánchez Rivas seguimos muy de cerca todo lo relacionado con el tratamiento de la madera; somos una empresa muy concienciada con la deforestación. Os invitamos a reflexionar sobre los problemas de la deforestación.

Aumento de las inundaciones

Los bosques son de gran utilidad: cuando llueve, cubren el suelo de la erosión y, al mismo tiempo, absorben cantidades muy grandes de agua. Esto ayuda a mantener controladas las cuencas hidrográficas. Por eso, sin bosques, las inundaciones son más frecuentes.

Biodiversidad afectada

Párate a pensar por un momento en las numerosas especies (tanto de plantas como de animales) que pueblan cada terreno. Con la deforestación, muchas de estos seres vivos son destruidos; algunos incluso llegan a extinguirse.

Cambio climático

Si bien parte del cambio climático es debido a causas naturales, es innegable que la acción del hombre es lo que más ha agravado esta variación del clima. Ahora medítalo: sin árboles, la concentración de CO2 es mayor. Esto, por desgracia, favorece al calentamiento global.

Pérdida económica

Con el incremento de las sequías e inundaciones, la economía se resiente. Esto supone también una pérdida de mercados futuros para el ecoturismo.

deforestaciónProblemas en la agricultura

Las zonas deforestadas tardan su tiempo en poder tener una utilidad agrícola o ganadera. Ten en cuenta que, sin los árboles, el terreno se degrada con mayor rapidez. Esta degradación implica la pérdida de calidad del suelo (así como de su fertilidad). De igual forma, estas tierras dejan de ser aptas para el pastoreo del ganado.

Como ves, la extinción de las plantas de un terreno trae consigo consecuencias graves. Es por eso que en nuestra empresa somos partidarios de hacer todo aquello que esté en nuestras manos para no contribuir a este problema. Así, la madera que adquirimos ha sido talada sin afectar el medio ambiente, con los años de crecimiento precisos y el secado adecuado.